Este próximo 29 de Abril se celebrará en La Gran Bretaña y a nivel mundial, la boda real entre el príncipe William de Inglaterra y su novia de muchos años Kate Middleton, quien por cierto es plebeya, un hecho que no es de gran relevancia en pleno siglo XXI. Este evento tiene muchas expectativas a nivel mundial y dentro de este pesa una gran incertidumbre respecto al vestido de Kate, ya que en 1981 el vestido de la princesa Diana causó sensación y marcó la moda de los vestidos de novia por más de una década, la elegida en ese entonces fue la diseñadora Elizabeth Emmanuel, quien se refiere al vestido de Diana como un traje sumamente innovador en el cual se usaron kilómetros y kilómetros de tafetán, seda y encajes.
Definitivamente la especulación en cuanto al quien diseñará el vestido de novia de Kate Middleton ha crecido conforme se acerca el día de la boda; el pasado 6 de marzo comenzó a publicarse en muchos portales de internet el nombre de la diseñadora elegida para el reto real, muchas fuentes confirman que la elegida es Sarah Burton, directora creativa de la firma Alexander Mcqueen.
Como en todo evento real siempre hay segundas opciones y teniendo como ejemplo la boda de la princesa Diana, se tiene planificado una segunda opción de vestido que está siendo confeccionada al mismo tiempo que el original, simplemente por filtración a la prensa o por algún otro imprevisto.
Referente a lo que la princesa Diana significó para el mundo entero, siendo así llamada la princesa de corazones por su gran lealtad a las acciones benéficas y su trabajo con la organización UNICEF, es inminente preguntarse ¿Cuánta influencia tendrá Kate Middleton después de la boda? Más allá de ser una fiel representante de la alta costura, Kate ha sido consecuente con el trabajo benéfico de la casa real y ha demostrado ser prudente y amable en eventos públicos, a pesar de todo esto Kate no se proyecta como la sucesora de la princesa Diana, pero en medio de la controversia, la pareja ha determinado que no desean recibir regalos de boda sino dinero para donaciones de caridad.
El mundo fue testigo del compromiso matrimonial entre el príncipe William y Kate, por supuesto también del anillo de zafiro y diamantes que lucía Kate en su mano; anillo que es parte de un ajuar que perteneció a la princesa Diana, se rumorea que era parte de sus joyas favoritas y que provienen de Arabia Saudi. El zafiro tiene como particularidad ser de color azul y curiosamente es el color favorito de Kate, quien también lució un vestido azul de la firma Issa el día del compromiso.
En la realeza mundial existe una segunda princesa Diana, y me refiero a la reina Rania de Jordania, quién es un ícono de la moda actual y que además es una mujer que ha dedicado su mandato a luchar por los derechos de la mujer y de los niños en su país, quien actualmente es embajadora de la buena voluntad de UNICEF, bocera de los derechos humanos y que además es madre de cuatro hijos y por supuesto esposa del rey Abdullah de Jordania.
Rania es una mujer muy comprometida con su pueblo y con los menos favorecidos, no es la típica esposa de un mandatario; nacida en agosto de 1970 en Kuwait, hija de padres palestinos, se crió en las mejores escuelas para graduarse en Administración en El Cairo. Tras varios trabajos en Citygroup y Apple y graduarse posteriormente de un máster en Suiza, sacude los prejuicios del mundo árabe y lucha por la educación de las mujeres y sobre todo ganarse un lugar en la política mundial.
Rania guarda un protocolo muy cerrado, no asiste a desfiles de moda ni a eventos públicos masivos, a pesar de guardar un perfil prudente posee un guardarropa que tiene un costo exageradamente alto y por supuesto su estilo es exquisito. Es musa de muchos diseñadores y marca tendencias a nivel mundial, su imagen posee un copyright para evitar ser mal expuesta.
Para mantener información actualizada sobre la boda real y la reina Rania pueden seguirlos en twitter: @RoyalsWed @QueenRania
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