Los hermanos brasileños Fernando Campana y Humberto Campana son actualmente los diseñadores latinoamericanos más reconocidos del mundo. La característica principal de sus obras se basa en el uso de materiales naturales y económicos, las que ya ocupan un lugar en los grandes museos internacionales. Son los únicos brasileños con piezas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en el Museo de Artes Decorativas de París.
En 1989 fue su primera exposición llamada 'Desconfortáveis', principalmente de sillas, realizada en el Museo de Arte de São Paulo, la cual los consagró como diseñadores. Su primer salto internacional se produjo luego de que la revista Domus dedicara un artículo a sus creaciones, hecho que acaparó las miradas de importantes firmas europeas. Han sido galardonados con múltiples premios entre los que se destaca el George Nelson Design Award, el del primer lugar en la Feria Internacional del Mueble de Valencia y el de Diseñador del Año 2008 en Design Miami. Actualmente tienen un lugar ganado en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), en el Museo de Diseño Vitra de Alemania y en el Centro Georges Pompidou de París.
Un rasgo característico de Fernando y Humberto Campana es que a partir de materiales sencillos muchas veces despreciados, logran verdaderas obras de arte. Una pieza de los Campana siempre es una mezcla de genialidad y de elemento sorpresa.
La revolución que han propiciado en el mundo del diseño responde en gran medida a la forma en que trabajan con la imperfección, eso definitivamente ha marcado una diferencia con el resto de los diseñadores. Un ejemplo de este estilo es la silla Favela (1990), inspirada en la favela Rocinha (Río de Janeiro) y hecha con trozos pequeños de madera (OSB) colados de forma caótica.
Fernando y Humberto Campana reflejan aspectos individuales y plenos de vida, una indomable creatividad caracteriza las obras artísticas, muebles, instalaciones y objetos de la vida cotidiana creados por los diseñadores brasileños. Sus esbozos combinan la sensualidad con la fealdad, la belleza con la miseria, confiando en la intuición propia, en sueños y experiencias personales. Los hermanos no se dejan desconcertar por barreras convencionales o modas, cuando buscan los límites entre arte y diseño, artesanía y producción en serie. Su actitud naif y la espontaneidad que les permiten explorar desde hace veinte años una y otra vez regiones nuevas, los convierte en sucesores dignos de los surrealistas y en dos de los artistas más fascinantes del diseño contemporáneo.
Trabajos basados en la escasez
No se quieren etiquetar de Eco-diseñadores, sus trabajos se basan en la escasez. Han creado soluciones novedosas explorando los materiales existentes, pero en ningún momento sus trabajos nacieron buscando el ser objetos ecológicos. Decidieron trabajar con materiales que tenían a la mano, disponibles en cualquier tienda, porque así era más fácil y barato para ellos.
Todos esas decisiones le acercaron al Eco-diseño y que ahora lo han adoptado como misión. Su último trabajo es el diseño del escenario y el vestuario para el Ballet Nacional de Marsella que abrió en Luxemburgo el 14 de diciembre.(fuente de información: revista “Spoot”).
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